Jaime Altozano y su método para enseñar música
- Julen Sánchez
- 17 dic 2017
- 2 Min. de lectura
La música clásica está resurgiendo gracias a la accesibilidad de YouTube y la habilidad de un joven creador de contenido
Hoy en día ya no es rebatible el hecho de que vivimos en una sociedad anclada a la red. YouTube se ha convertido en una herramienta para la propagación y no es raro encontrar personas que se han hecho famosas a través de esta plataforma. A pesar de ello, los altos cargos están dejando secar al árbol que un día relució verde y brillante, por ello, tarde o temprano acabará muriendo.

Mientras tanto, están surgiendo nuevos brotes que sacan a relucir el potencial que tiene aún YouTube para dar a conocer a personas con talento. Una de estas personas se llama Jaime Altozano. Jaime es un joven 'youtuber' y productor musical de 24 años que en tan solo unos meses en la plataforma ha sobrepasado los 120.000 suscriptores. Pero no lo ha tenido nada fácil.
Su canal en un principio estaba compuesto por canciones de otros músicos que el trasladaba al piano. En esta etapa el canal aún no había sufrido los efectos virales, pero no tardarían en llegar. A mediados de 2017, el canal de Jaime Altozano dio un cambio brusco que le llevó a conseguir más de 80.000 suscriptores en tan solo tres meses. “Desde un principio tenía claro a donde quería llegar, y el paso por las covers no fue más que una forma de mojar los pies antes de entrar al agua”, explicó Jaime.
Para lograr tal cifra de seguidores, Altozano tuvo que acercar la música clásica a los formatos de YouTube y a un público que, en su mayoría, era analfabeto musicalmente. En este caso, ambas dificultades se complementaban mutuamente puesto que la informalidad y el toque desenfadado que ofrece YouTube actúa como barrera ante la pedantería y el aburrimiento.
A menudo suele producirse un choque entre aquellos que creen firmemente en el declive de la música y entre los que la disfrutan sin entrar en matices. Jaime en su canal trata de disipar la línea divisoria que hay entre la música “culta” y la que no lo es. Compara piezas clásicas como El Lago de los Cisnes, con la banda sonora de El Señor de los Anillos o Dragon Ball, para demostrar que no existe tanta diferencia entre ambas. Al fin y al cabo, están compuestas sobre el mismo lenguaje, y como explica Jaime, cuanto más sabes de un lenguaje artístico, mayores facilidades se tienen para exprimirlo.
Comments